Novelas Cortas | Page 7

Pedro Antonio de Alarcón
vivo, de Ram��n muerto, de Ram��n en el cielo, de Ram��n en la ermita, se apoder�� de mi cerebro de tal modo, que no pens�� en otra cosa durante aquellas horas de agon��a.
Quit��ronme el uniforme de Capit��n, y me pusieron una gorra 25 y un capote viejo de soldado.
As�� march�� a la muerte con mis diez y nueve compa?eros de desventura....
S��lo uno hab��a sido indultado... ?por la circunstancia de ser m��sico!--Los carlistas perdonaban entonces la vida a los 30 m��sicos, a causa de tener gran falta de ellos en sus batallones.... (p20) --Y ?era V. m��sico, D. Basilio?--?Se salv�� V. por eso?--preguntaron todos los j��venes a una voz.[20-1]
--No, hijos m��os.... (respondi�� el veterano.) ?Yo no era m��sico!
05 Form��se el cuadro, y nos colocaron en medio de ��l....
Yo hac��a el n��mero once, es decir, yo morir��a el und��cimo....
Entonces pens�� en mi mujer y en mi hija, ?en ti y en tu madre, hija m��a!
10 Empezaron los tiros....
?Aquellas detonaciones me enloquec��an!
Como ten��a vendados los ojos, no ve��a caer a mis compa?eros.
Quise contar las descargas para saber, un momento antes de morir, que se acababa mi existencia en este mundo....
15 Pero a la tercera o cuarta detonaci��n perd�� la cuenta.
?Oh! ?Aquellos tiros tronar��n eternamente en mi coraz��n y en mi cerebro, como tronaban aquel d��a!
Ya cre��a o��rlos a mil leguas de distancia; ya los sent��a reventar dentro de mi cabeza.
20 ?Y las detonaciones segu��an!
--?Ahora!--pensaba yo.
Y cruj��a la descarga, y yo estaba vivo.
--?Esta es!...--me dije por ��ltimo.[20-2]
Y sent�� que me cog��an por los hombros, y me sacud��an, y me 25 daban voces en los o��dos....
Ca��....
No pens�� m��s....
Pero sent��a algo como un profundo sue?o....
Y so?�� que hab��a muerto fusilado.

VI
30 Luego so?�� que estaba tendido en una camilla, en mi prisi��n.
No ve��a.
Llev��me la mano a los ojos como para quitarme una venda, (p21) y me toqu�� los ojos abiertos, dilatados....--?Me hab��a quedado ciego?
No....--Era que la prisi��n se hallaba llena de tinieblas.
O�� un doble de campanas..., y tembl��.
05 Era el toque de Animas.[21-1]
--Son las nueve.... (pens��.)--Pero ?de qu�� d��a?
Una sombra m��s obscura que el tenebroso aire de la prisi��n se inclin�� sobre m��.
Parec��a un hombre....
10 ?Y los dem��s? ?Y los otros diez y ocho?
?Todos hab��an muerto fusilados!
?Y yo?
Yo viv��a, o deliraba dentro del sepulcro.
Mis labios murmuraron maquinalmente un nombre, el nombre 15 de siempre,[21-2] mi pesadilla....
--??Ram��n!?
--?Qu�� quieres?--me respondi�� la sombra que hab��a a mi lado.
Me estremec��.
20 --?Dios m��o! (exclam��.)--?Estoy en el otro mundo?
--?No!--dijo la misma voz.
--Ram��n, ?vives?
--S��.
--?Y yo?
25 --Tambi��n.
--?D��nde estoy?--?Es ��sta la ermita de San Nicol��s?--?No me hallo prisionero?--?Lo he so?ado todo?
--No, Basilio; no has so?ado nada.--Escucha.

VII
Como sabr��s,[21-3] ayer mat�� al Teniente Coronel en buena lid.... 30 --?Estoy vengado!--Despu��s, loco de furor, segu�� matando..., y mat��... hasta despu��s de anochecido..., hasta que no hab��a un cristino[21-4] en el campo de batalla.... (p22) Cuando sali�� la luna, me acord�� de ti.--Entonces enderec�� mis pasos a la ermita de San Nicol��s con intenci��n de esperarte.
Ser��an las diez de la noche. La cita era a la una, y la noche 05 antes no hab��a yo pegado los ojos....--Me dorm��, pues, profundamente.
Al dar la una, lanc�� un grito y despert��.
So?aba que hab��as muerto....
Mir�� a mi alrededor, y me encontr�� solo.
10 ?Qu�� hab��a sido de ti?
Dieron las dos..., las tres..., las cuatro....--?Qu�� noche de angustia!
T�� no parec��as....
?Sin duda hab��as muerto!...
15 Amaneci��.
Entonces dej�� la ermita, y me dirig�� a este pueblo en busca de los facciosos.
Llegu�� al salir el sol.[22-1]
Todos cre��an que yo hab��a perecido la tarde antes....
20 As�� fu�� que, al verme, me abrazaron, y el General me colm�� de distinciones.
En seguida supe que iban a ser fusilados veinti��n[22-2] prisioneros.
Un presentimiento se levant�� en mi alma.
--?Ser�� Basilio uno de ellos?--me dije.
25 Corr��, pues, hacia el lugar de la ejecuci��n.
El cuadro estaba formado.
O�� unos tiros....
Hab��an empezado a fusilar.
Tend�� la vista...; pero no ve��a....
30 Me cegaba el dolor; me desvanec��a el miedo.
Al fin te distingo....
?Ibas a morir fusilado!
Faltaban dos v��ctimas para llegar a ti....
?Qu�� hacer? (p23) Me volv�� loco; d�� un grito; te cog�� entre mis brazos, y, con una voz ronca, desgarradora, tremebunda, exclam��:
--?��ste no! ?��ste no, mi General!...
El General, que mandaba el cuadro, y que tanto me conoc��a[23-1] 05 por mi comportamiento de la v��spera, me pregunt��:
--Pues qu��, ?es m��sico?
Aquella palabra fu�� para m�� lo que ser��a para un viejo ciego de nacimiento ver de pronto el sol en toda su refulgencia.
La luz de la esperanza brill�� a mis ojos tan s��bitamente, que 10 los ceg��.
--?M��sico (exclam��); s��..., s��..., mi General! ?Es m��sico! ?Un gran m��sico!
T��, entretanto, yac��as sin conocimiento.
--?Qu�� instrumento toca?--pregunt�� el General.
15 --El... la... el... el...; ?si!... ?justo!..., eso es..., ?la corneta de llaves!
--?Hace falta un corneta[23-2] de llaves?--pregunt�� el General, volvi��ndose a la banda de m��sica.
Cinco segundos, cinco siglos, tard�� la contestaci��n.
20 --S��, mi General; hace falta--respondi�� el M��sico mayor.
--Pues sacad a ese hombre de las filas, y que siga la ejecuci��n al momento....--exclam�� el jefe carlista.
Entonces te cog��
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