de otro modo, Mazzepa,[16-1] el h��roe de Byron, cont�� una noche a Carlos XII,[16-2] debajo de otro ��rbol, la terrible historia 05 de sus lecciones de equitaci��n.
Oigamos a D. Basilio.
II
Hace diez y siete a?os que ard��a en Espa?a la guerra civil.
Carlos e Isabel[16-3] se disputaban la corona, y los espa?oles, divididos en dos bandos, derramaban su sangre en lucha fratricida.
10 Ten��a yo un amigo, llamado Ram��n G��mez, teniente de cazadores de mi mismo batall��n, el hombre m��s cabal que he conocido....--Nos hab��amos educado juntos; juntos salimos del colegio; juntos peleamos mil veces, y juntos dese��bamos morir por la libertad....--?Oh! ?Estoy por decir[16-4] 15 que ��l era m��s liberal que yo y que todo el ej��rcito!...
Pero he aqu�� que cierta injusticia cometida por nuestro Jefe en da?o de Ram��n; uno de esos abusos de autoridad que disgustan de la m��s honrosa carrera; una arbitrariedad, en fin, hizo desear al Teniente de cazadores abandonar las filas de sus hermanos, al amigo dejar al amigo, al liberal pasarse a la facci��n, 20 al subordinado matar a su Teniente Coronel....--?Buenos humos ten��a[16-5] Ram��n para aguantar insultos e injusticias ni al lucero[16-6] del alba!
Ni mis amenazas, ni mis ruegos, bastaron a disuadirle de su 25 prop��sito. ?Era cosa resuelta! ?Cambiar��a el morri��n[16-7] por la boina,[16-8] odiando como odiaba mortalmente a los facciosos!
A la saz��n nos hall��bamos en el Principado,[16-9] a tres leguas del enemigo.
Era la noche en que Ram��n deb��a desertar, noche lluviosa 30 y fr��a, melanc��lica y triste, v��spera de una batalla.
A eso de las doce entr�� Ram��n en mi alojamiento.
Yo dorm��a. (p17) --Basilio....--murmur�� a mi o��do.
--?Qui��n es?
--Soy yo.--?Adi��s!
--?Te vas ya?
05 --S��; adi��s.
Y me cogi�� una mano.
--Oye... (continu��); si ma?ana hay, como se cree, una batalla, y nos encontramos en ella....
--Ya lo s��: somos amigos.
10 --Bien; nos damos un abrazo, y nos batimos en seguida.
--?Yo morir�� ma?ana regularmente,[17-1] pues pienso atropellar por todo hasta que mate al Teniente Coronel!--En cuanto a ti, Basilio, no te expongas....[17-2]--La gloria es humo.
--?Y la vida?
15 --Dices bien: hazte comandante.... (exclam�� Ram��n.) La paga no es humo..., sino despu��s que uno se la ha[17-3] fumado....--?Ay! ?Todo eso acab�� para m��!
--?Qu�� tristes ideas! (dije yo no sin susto.)--Ma?ana sobreviviremos los dos a la batalla.
20 --Pues emplac��monos para despu��s de ella....
--?D��nde?
--En la ermita de San Nicol��s, a la una de la noche.--El que no asista,[17-4] ser�� porque haya muerto.--?Quedamos conformes?
25 --Conformes.
--Entonces.... ?Adi��s!...
--Adi��s.
As�� dijimos; y despu��s de abrazarnos tiernamente, Ram��n desapareci�� en las sombras nocturnas.
III
30 Como esper��bamos, los facciosos nos atacaron al siguiente d��a.
La acci��n fu�� muy sangrienta, y dur�� desde las tres de la tarde hasta el anochecer. (p18) A cosa de las cinco, mi batall��n fu�� rudamente acometido por una fuerza de alaveses[18-1] que mandaba Ram��n....
?Ram��n llevaba ya las insignias de Comandante y la boina blanca de carlista[18-2]!...
05 Yo mand�� hacer fuego contra Ram��n, y Ram��n contra m��: es decir, que su gente y mi batall��n lucharon cuerpo a cuerpo.
Nosotros quedamos vencedores, y Ram��n tuvo que huir con los muy mermados restos de sus alaveses; pero no sin que antes 10 hubiera dado muerte por s�� mismo, de un pistoletazo,[18-3] al que la v��spera era su Teniente Coronel; el cual en vano procur�� defenderse de aquella furia....
A las seis la acci��n se nos volvi�� desfavorable, y parte de mi pobre compa?��a y yo fuimos cortados y obligados a rendirnos....
15 Conduj��ronme, pues, prisionero a la peque?a villa de..., ocupada por los carlistas desde los comienzos de aquella campa?a, y donde era de suponer[18-4] que me fusilar��an inmediatamente....
La guerra era entonces sin cuartel.
IV
20 Son�� la una de la noche de tan aciago d��a: ?la hora de mi cita con Ram��n!
Yo estaba encerrado en un calabozo de la c��rcel p��blica de dicho pueblo.
Pregunt�� por mi amigo, y me contestaron:
25 --?Es un valiente! Ha matado a un Teniente Coronel. Pero habr�� perecido[18-5] en la ��ltima hora de la acci��n....
--?C��mo! ?Por qu�� lo dec��s?
--Porque no ha vuelto del campo, ni la gente que ha estado hoy a sus ��rdenes da raz��n[18-6] de ��l....
30 ?Ah! ?Cu��nto sufr�� aquella noche!
Una esperanza me quedaba.... Que Ram��n me estuviese (p19) aguardando en la ermita de San Nicol��s, y que por este motivo no hubiese vuelto al campamento faccioso.
--?Cu��l ser�� su pena al ver que no asisto a la cita! (pensaba yo.)--?Me creer�� muerto!--?Y, por ventura, tan lejos 05 estoy de mi ��ltima hora? ?Los facciosos fusilan ahora siempre a los prisioneros; ni m��s ni menos que nosotros!...
As�� amaneci�� el d��a siguiente.
Un Capell��n entr�� en mi prisi��n.
Todos mis compa?eros dorm��an.
10 --?La muerte!--exclam�� al ver al Sacerdote.
--S��--respondi�� ��ste con dulzura.
--?Ya!
--No: dentro de tres horas.
Un minuto despu��s hab��an despertado[19-1] mis compa?eros.
15 Mil gritos, mil sollozos, mil blasfemias llenaron los ��mbitos de la prisi��n.
V
Todo hombre que va a morir suele aferrarse a una idea cualquiera y no abandonarla m��s.
Pesadilla, fiebre o locura, esto me sucedi�� a m��.--La idea 20 de Ram��n; de Ram��n
Continue reading on your phone by scaning this QR Code
Tip: The current page has been bookmarked automatically. If you wish to continue reading later, just open the
Dertz Homepage, and click on the 'continue reading' link at the bottom of the page.