55' S se tendrá la boca del rio al S. 67° 30' O.
En dicha latitud, á la distancia de dos á tres millas de la boca, se
encuentra la profundidad de cuatro brazas, y se observan unos médanos,
ó cerrillos de arena al N. 78° 45' O, marcados con letra B en el plano
que acompaño[24]; y un arbol solo el mas notable, letra D, en la misma
direccion de la entrada de la boca, que es S. 67° 30' O.
El canal de la boca se distingue por la corriente colorada que se nota en
medio de aguas quebradas encima de los bancos. Al entrar en la boca
tendrá una y media braza sin el flujo, y con este una braza mas: y,
habiendo entrado como media milla para adentro, se encuentran dos
brazos sin aquel, y tres con él; donde se fondeará cerca del arenal
grande de la mano derecha, señal dos anclas, demorando entonces al N.
45° O los medanos primeramente observados en B, y el arbol de que se
ha hecho referencia D, al rumbo S 67° 30' O.; demorando tambien unos
pequeños médanos, letra C, al S 40° O.
Aunque de este fondeadero para arriba las corrientes son bien rápidas,
en la hora del flujo se pueden avanzar unas dos millas mas,
inclinándose siempre á la costa de la derecha, hasta enfrentar la primera
isla E de la izquierda, endonde se encuentran sobre la costa tres palos
clavados F, y en el mas alto una tablita atravesada, en que está grabado
FEDERACION, y los vestigios de mi campamento en los dias 20 y 21
del presente.
Al tomar la boca es preciso prevenirse para no dejarse abatir por la
corriente, que es violenta hácia el norte. Las profundidades que he
referido, se han hallado sondando en el reflujo, ó bajamar. Los rumbos
expresados son con relacion al norte magnético....
GUILLERMO BATHURST.
DIARIO DE VILLARINO.
_Diario de la navegacion que vá á hacer D. Basilio Villarino, segundo
piloto de la Real Armada, con las dos embarcaciones de su mando, el
bergantin_ Nuestra Señora de Cármen y Animas, _y la chalupa _San
Francisco de Asis, _desde el Rio Negro, á reconocer la costa, la bahia
de Todos los Santos, Islas del Buen Suceso y demas adyacentes, buscar
el desague del Rio Colorado, y penetrar su entrada, de órden del
Comisario Superintente de estos establecimientos, el Sr. D. Francisco
de Viedma._
DIA 12 DE ABRIL DE 1781.
A las ocho y media de la mañana tiré la última pieza de leva, y me hice
á la vela del establecimiento con las expresadas embarcaciones, y
viento N bonancible. A las cuatro y media de la tarde llegué á la boca
del Rio Negro, remolcando el bergantin con el bote y la chalupa, por
estar calma; en cuyo parage dí fondo, á esperar tiempo á propósito para
emprender mi navegacion, el que no pude conseguir hasta el 4 de Mayo,
en cuyo intérvalo de tiempo tuve lugar de registrar la barra, (el que no
habia tenido antes) como á satisfaccion la registré en los dias que el
tiempo lo permitia; y no sin muchísima utilidad, pues descubrí por la
parte del N una canal, mejor que la que hasta ahora practican los
navegantes á este rio por la parte del S.
Esta canal hace fácil y poco arriesgada su navegacion á este rio, su
entrada y salida casi con todos vientos, sin atender á otra cosa que á las
mareas: lo que no sucedia antes, pues era preciso combinar estas con
los vientos, y estos debian ser favorables en el único punto de la
pleamar, cuya circunstancia eternizaba las embarcaciones, que
fondeadas de la parte de adentro iban á entrar, pues no concurriéndoles
en aquel punto de la pleamar viento favorable, permanecian fondeadas
afuera. Y aunque á mí nunca esta circunstancia me detuvo, pues casi
siempre he entrado con viento contrario, ya se ha visto lo muy cerca
que alguno ha estado de perderse, por permanecer afuera fondeados:
por lo cual convendria, que los navegantes á este establecimiento se
instruyesen bien en la barra de este rio y sus canales, á fin de asegurar
sus vidas y los reales intereses; pues solo la falta de practica es la que
ocasiona los muchos riesgos y detenciones que continuamente se
experimentan.
Parece que contradice lo que llevo dicho, el haber yo estado desde el
dia 12 de Abril hasta el 4 de Mayo fondeado en la boca aguardando
tiempo oportuno para mi viage: pero no es así, porque yo salgo á un
reconocimiento, de cuyo paraje no se sabe otra cosa que lo muy
peligroso que es, que precisamente debo salir á tal hora que pueda pasar
en el dia los bajos de Punta Rubia; que el viento sea tal que
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