por la
banda de Sudeste. iHay mucha cerrazon!
EL CABALLERO
iHay otra cosa!... iMiedo!
EL MARINERO
El mar es muy diferente de la tierra, y de otro respeto, Senor Don Juan
Manuel.
EL CABALLERO
iNo sois marineros, sino mujeres!
EL MARINERO
Somos marineros, y por eso miramos los peligros que apareja la
travesia. Al mar, cuanto mas se le conoce mas se le teme. No le temen
los que no le conocen.
EL CABALLERO
Yo le conozco y no le temo.
EL MARINERO
No le teme, porque usted no teme ninguna cosa, si no es a Dios.
EL CABALLERO
?Cuantos marineros sois?
EL MARINERO
Cinco y el rapaz, que no merece ser contado. Hemos venido con los
cuatro rizos, y ainda hubimos de arriar la vela al pasar La Bensa.
EL CABALLERO
iQue noche fiera!
EL MARINERO
No se ve ni una estrella.
EL CABALLERO
iNi hace falta! Si fueseis gente de mar, os gustaria este tiempo bravo.
EL MARINERO
iEs mucho tiempo!
EL CABALLERO
Siempre preferible a la calma.
_Han llegado al atracadero donde se abriga la barca. Grandes
penascales coronados por las ruinas de un castillo. El marinero se
adelanta, y con el farol explora el camino para bajar a la orilla. Es
peligroso el paso de aquellas rocas cubiertas de limo, donde los pies
resbalaban. En el abrigo se adivina la forma de la barca. Un farol
cuelga del palo, y lo demas es una mancha oscura. El marinero da una
gran voz_.
EL MARINERO
iAbelardo!
EL CABALLERO
?Es el patron?
EL MARINERO
Si, senor.
EL CABALLERO
?Abelardo, el hijo de Peregrino el Rau?
EL MARINERO
Si, senor.
EL CABALLERO
Su padre era un lobo para la mar.
EL MARINERO
Pues el hijo le gana ... iAbelardo!
UNA VOZ EN LAS TINIEBLAS
?Quien va?
EL MARINERO
Sube para darle una mano al Senor Don Juan Manuel... Yo mal puedo
con el farol.
EL CABALLERO
iNo te muevas, Abelardo! Me basto solo.
_Bajan a la orilla del mar. Se oye el vuelo de las gaviotas, convocadas
por el viento y la noche. Una sombra se acerca: Sus pasos fosforecen en
la arena mojada. Los relampagos tiemblan con brevedad quimerica
sobre el mar montanoso, y se distingue la barca negra, cabeceando
atracada al socaire de los roquedos_.
EL CABALLERO
?Eres tu Abelardo?
EL PATRON
Para servirle, Senor Don Juan Manuel.
EL CABALLERO
A ti no te conozco... A tu padre le he conocido mucho... Me acuerdo de
una apuesta que gano: Era ir nadando hasta la Isla.
EL PATRON
iDe poco le ha servido al pobre aquella destreza!
EL CABALLERO
?Murio ahogado?
EL PATRON
Murio, si, senor.
EL CABALLERO
?Cuando embarcamos?
EL PATRON
Cuando el tiempo lo permita.
EL CABALLERO
iTu no moriras como tu padre! Tu tienes que pedir permiso al tiempo
para hacerte a la mar. Cuando lleguemos estara fria aquella santa. iLa
muerte no tiene tu espera, hijo de Peregrino el Rau!
_A la luz de los relampagos se columbra al viejo linajudo erguido sobre
las piedras, con la barba revuelta y tendida sobre un hombro. Su voz de
dolor y desden vuela deshecha en las rafagas del viento. El hijo de
Peregrino el Rau hace bocina con las manos_.
EL PATRON
Muchachos, vamos a largar.
UN MARINERO
El viento es contrario y no llegaremos en toda la noche. Si no ocurre
averia mayor.
OTRO MARINERO
Mas valia esperar.
OTRO MARINERO
Al nacer el dia acaso salte el viento.
EL CABALLERO
?En que ano nacisteis?iUn rayo me parta si no habeis nacido en el ano
del miedo!
EL PATRON
iA embarcar, redios! Meter a bordo el rizon.
_A la voz del patron los cuatro hombres que tripulan la barca, uno tras
otro, van saltando a bordo con un rosmar de protesta. El patron manda
aparejar la vela y se inclina sobre la borda de popa para armar la cana
del timon. Despues se santigua. La barca se columpia en la cresta
espumosa de una ola. Comienza la travesia_.
[Ilustracion]
JORNADA PRIMERA
ESCENA CUARTA
_Sala desmantelada en una casa hidalga, a la entrada de Flavia-Longa.
Llegan hasta alli, desde otra estancia, las voces de los criados, que
rinden el planto a la senora, que acaba de morir. Los hijos han hecho
campana en la sala, y rifan al son que se reparten lo que afanaron al
saquear la casa. Alli estan Don Pedrito, Don Rosendo, Don Gonzalito,
Don Mauro y Don Farruquino. Los cinco hermanos se parecen: Altos,
cencenos, apuestos, con los ojos duros y el corvar de la nariz soberbio.
Don Farruquino se distingue de los otros en que lleva tonsura y
alzacuello_.
DON ROSENDO
iCreeis que en casa de mi madre se comia con cucharas de madera!
DON FARRUQUINO
Eso parece.
DON ROSENDO
Yo no paso por ello. ?Quien es el ladron de la plata que siempre hubo
aqui?
DON
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