Proyecto de traslacion de las fronteras de Buenos Aires al Rio Negro y Colorado | Page 8

Sebastian Undiano y Gastelu
y vallecitos,
fuí á dormir en el camino que descubrimos, y al frente de unos cipreses.
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15. De dicho parage continuamos nuestro viage por el citado rio, y por
las faldas y laderas de aquellos cerros, y comimos en el Carrizal. 3
" Del Carrizal, que es el puesto de D. José Maria Maturana, siguiendo
las laderas, y veredas que siguen la direccion del rio, vinimos á dormir
al puesto de D. Manuel Vergara, que llaman la Quecera. 4 16. De la
Quecera, á la estancia de D. Manuel Vergara (Rio Claro). 5
17. De la estancia de D. Manuel Vergara, á la orilla del Rio Claro; y
comimos, en la estancia de Don Miguel Vergara. 7 -------- 383-1/2
" De dicha estancia, á la ciudad de San Agustin de Talca, en el reino de
Chile. 5 -------- Total. 388-1/2 ======== [Nota 1: C. y D. son iniciales
de comimos y dormimos.]
[Nota 2: En este punto se concluye la jurisdiccion de la capital, y
comienza la de Córdoba. Advirtiendo que, como llegué tarde, no pude
observar la latitud, ni tampoco la pude verificar de noche, por hallase
el cielo nublado: por cuyo motivo no pude descubrir estrella conocida.]

[Nota 3: Desde este parage nos volvimos al fuerte de San José, para
proseguir nuestra marcha por otro camino.]
* * * * *

EXCELENTISIMO SEÑOR VIREY.
SEÑOR:--
Muy venerado Señor: tengo el honor de remitir á V. E. el itinerario que
he formado de la derrota que he seguido desde la capital de Buenos
Aires, dirigiéndome por las poblaciones de todas las fronteras, hasta la
orilla y márgenes del rio Diamante, en el paso antiguo que llaman de
Romero, que es en donde se han abierto los cimientos del nuevo fuerte,
llamado de San Rafael. De allí, pasando por los cerritos de la Casa
Pintada, por las Salinas que abastecen las ciudades de Santiago de
Chile y Mendoza, y á la distancia media de los dos cerros grandes, que
es el Diamante al norte, y el Nevado al sur, llegué en un boquete de la
Cordillera Grande, que llaman los Manantiales del rio Atué, que es
adonde pasa el invierno la cacica D.a Maria Josefa: y aunque con dicha
entrada podia haberme trasportado al Valle Hermoso, me pareció, por
las noticias que habia adquirido, me seria mas facil hacer mi entrada
por el otro boquete porque la direccion para mi regreso debia de ser
mas directa. Por la que pasé la noche y el dia siguiente en dicho
boquete para instruirme y observar la latitud: pero como hubiese
llovido, me ví precisado á salir de dichos manantiales, el dia once,
dirigiéndome para el otro boquete, que lo forma un arroyo llamado el
Saladillo, agua muy superior, el que con los manantiales forma el rio
Atué. Y come dicha entrada fuese la mejor que pudieramos desear para
los dignos objetos de V. E., me tomé la libertad de ponerle su nombre.
De allí me dirigí aguas arriba de dicho arroyo, hasta llegar á las
tolderias del cacique y cacica que nos acompañaban.
En esta primera jornada, aunque buena, se halla en tropiezo de una
ladera algo escabrosa, la que se puede componer con mucha facilidad,
pues que es de tierra, y una piedrecitas que pueden servir para empedrar

el camino; porque no hay rios, precipicios, bajadas ni subidas
peligrosas, que puedan impedir el carruage.
De los toldos de dichos naturales, hasta llegar al potrero de D. José
María Maturana, las subidas y bajadas, sin peligro ni precipicios, son
las mismas que las antecedentes: bien que se deben gastar algunas
cantidades, no muy crecidas, para componer el camino, á fin de que
puedan transitar toda especie de carruage, porque toda aquella distancia,
digo de los citados toldas, hasta la mesita del Planchon, no es mas que
un vergel que ha formado la naturaleza.
La citada Cordillera la dividió la naturaleza de tal modo, que en el
parage que llaman del Planchon, en donde debia de ser lo mas peligroso,
Dios le ha colocado un terreno tan llano, como los Pampas de Buenos
Aires, y á proporcion de su longitud y latitud, y con un bueno y
hermoso arroyo, el cual está muy abundante de todas especies de aves
silvestres y cuadrúpedos, conducentes á la situacion del terreno; como
tambien pastos y bastante leña para el abasto de cualquiera tropa que
puedan ofrecerse pasar. Porque en toda la extension del boquete ya
descubierto, todo abunda para los fines de un viagero económico, y sin
asomo de peligro, pues que jamas hemos pensado en descargar una de
las diez cargas que traimos para nuestras urgencias, ni menos el
apearnos temerosos de algun quebranto.
Pasado el citado Planchon, y dejando el camino que lleva para la villa
de Curicó (el que es casi intransitable, por
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