Novelas Cortas | Page 4

Pedro Antonio de Alarcón
de aquel personaje que dominaba a los bandoleros y que tan buen coraz��n ten��a....
_Parr��n_ le dijo:
25 --?A la paz de Dios![8-5]--_Sin las indicaciones de V., nunca hubiera dado con ellos._ ?Ya ve V. que desconfiaba de m�� sin motivo!... He cumplido mi promesa.... Ah�� tiene V. sus veinte duros....--Conque... ?en marcha!
El segador lo abraz�� repetidas veces y se alej�� lleno de j��bilo. 30 Pero no habr��a andado[8-6] cincuenta pasos, cuando su bienhechor lo llam�� de nuevo.
El pobre hombre se apresur�� a volver pies atr��s.[8-7]
--?Qu�� manda V.?--le pregunt��, deseando ser ��til al que hab��a devuelto la felicidad a su familia. (p9) --?Conoce V. a _Parr��n_?--le pregunt�� ��l mismo.
--No lo conozco.
--?Te equivocas! (replic�� el bandolero.) Yo soy _Parr��n_.
El segador se qued�� estupefacto.[9-1]
05 _Parr��n_ se ech�� la escopeta a la cara[9-2] y descarg�� los dos tiros contra el segador, que cay�� redondo[9-3] al suelo.
--?Maldito seas![9-4]--fu�� lo ��nico que pronunci��.
En medio del terror que me quit�� la vista, observ�� que el ��rbol en que yo estaba atado se estremec��a ligeramente y que 10 mis ligaduras se aflojaban.
Una de las balas, despu��s de herir al segador, hab��a dado en la cuerda que me ligaba al tronco y la hab��a roto.
Yo disimul�� que estaba libre, y esper�� una ocasi��n para escaparme.
15 Entretanto dec��a _Parr��n_ a los suyos, se?alando al segador:
--Ahora pod��is robarlo.--Sois unos imb��ciles..., ?unos canallas![9-5] ?Dejar a ese hombre, para que se fuera, como se fu��, dando gritos por los caminos reales!... Si conforme soy yo[9-6] quien se[9-7] lo encuentra y se entera de lo que pasaba, 20 hubieran sido los _migueletes_[9-8] habr��a dado vuestras se?as y las de nuestra guarida, como me las ha dado a m��, y estar��amos ya todos en la c��rcel!--?Ved las consecuencias de robar sin matar!--Conque basta ya de serm��n y enterrad ese cad��ver para que no apeste.
25 Mientras los ladrones hac��an el hoyo y _Parr��n_ se sentaba a merendar d��ndome la espalda,[9-9] me alej�� poco a poco del ��rbol y me descolgu�� al barranco pr��ximo....
Ya era de noche. Protegido por sus sombras sal�� a todo escape,[9-10] y, a la luz de las estrellas, divis�� mi borrico, que 30 com��a all�� tranquilamente, atado a una encina. Mont��me en ��l, y no he parado hasta llegar aqu��....
Por consiguiente, se?or, d��me V. los mil reales, y yo dar�� las se?as de _Parr��n_, el cual se ha quedado con[9-11] mis tres duros y medio.... (p10) Dict�� el gitano la filiaci��n del bandido; cobr�� desde luego la suma ofrecida, y sali�� de la Capitan��a general, dejando asombrados al Conde del Montijo y al sujeto, all�� presente, que nos ha contado todos estos pormenores.
05 R��stanos ahora saber si acert�� o no acert�� Heredia al decir la buenaventura a _Parr��n_.

III
Quince d��as despu��s de la escena que acabamos de referir, y a eso de las nueve de la ma?ana, much��sima gente ociosa presenciaba, en la calle de San Juan de Dios y parte de la de 10 San Felipe de aquella misma capital, la reuni��n de dos compa?��as de migueletes que deb��an salir a las nueve y media en busca de _Parr��n_, cuyo paradero, as�� como sus se?as personales y las de todos sus compa?eros de fechor��as, hab��a al fin averiguado el Conde del Montijo.
15 El inter��s y emoci��n del p��blico eran extraordinarios, y no menos la solemnidad con que los migueletes se desped��an de sus familias y amigos para marchar a tan importante empresa. ?Tal espanto hab��a llegado a infundir _Parr��n_ a todo el antiguo reino granadino!
20 --Parece que ya vamos a formar... (dijo un miguelete a otro[10-1]), y no veo al cabo L��pez....
--?Extra?o es, a fe m��a,[10-2] pues ��l llega siempre antes que nadie[10-3] cuando se trata de salir en busca de _Parr��n_, a quien odia con sus cinco sentidos![10-4]
25 --Pues ?no sab��is lo que pasa?--dijo un tercer miguelete, tomando parte en la conversaci��n.
--?Hola! Es nuestro nuevo camarada....--?C��mo te va en nuestro Cuerpo?
--?Perfectamente!--respondi�� el interrogado.
30 Era ��ste un hombre p��lido y de porte distinguido, del cual se despegaba mucho el traje de soldado.
--Conque ?dec��as....--replic�� el primero. (p11) --?Ah! ?S��! Que el cabo L��pez ha fallecido....--respondi�� el miguelete p��lido.
--Manuel.... ?Qu�� dices?--?Eso no puede ser!...--Yo mismo he visto a L��pez esta ma?ana, como te veo 05 a ti....
El llamado _Manuel_[11-1] contest�� fr��amente:
--Pues hace media hora que lo ha matado _Parr��n_.
--_?Parr��n?_ ?D��nde?
--?Aqu�� mismo! ?En Granada! En la Cuesta del Perro[11-2] 10 se ha encontrado el cad��ver de L��pez.
Todos quedaron silenciosos y Manuel empez�� a silbar una canci��n patri��tica.
--?Van once[11-3] migueletes en seis d��as! (exclam�� un sargento.) ?_Parr��n_ se ha propuesto exterminarnos!--Pero ?c��mo 15 es que est�� en Granada? ?No ��bamos �� buscarlo a la Sierra de Loja?[11-4]
Manuel dej�� de silbar, y dijo con su acostumbrada indiferencia:
--Una vieja que presenci�� el delito dice que, luego que 20 mat�� a L��pez, ofreci�� que, si ��bamos �� buscarlo, tendr��amos el gusto de verlo....
--?Camarada! ?Disfrutas de una calma asombrosa! ?Hablas de _Parr��n_
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