Invocando los poderes celestiales | Page 9

conocido
miembros de
la Iglesia tiene en cuanto a la fe como fuente de poder, es que no deciden
específicamente cómo ellos quieren que el Señor los ayude. Por ejemplo, a menos
que tome la decisión, sistemáticamente, de ayudar a alguien a unirse a la Iglesia, la
probabilidad de que sea un instrumento en la conversión de esa persona es remota.
He aquí, os digo que quien crea en Cristo, sin dudar en nada, cuanto pida
al Padre en el nombre de Cristo, le se rá concedido; y esta promesa es para
todos, aún hasta los ex tremos de la tierra. (Mormón 9:21)
En su relación con el Señor, la necesidad de pedir bendiciones específicas es un
requisito imprescindible. La dedicación sola no basta. Debe pedir las bendiciones.
Por consiguiente, si me pides, recibi rás; si llamas te será abierto. (DyC
11:5)
Esta misma promesa se repite por lo menos cien veces a través de las \
escrituras;
no obstante, uno no puede beneficiarse con ella a menos que esté dispuesto a
pedirle al Señor, con fe, que le ayude a lograr sus deseos.
Os prometo que el Espíritu está mucho más dispuesto a ayudaros que
vosotros estáis dispuestos a ser ayudados . [9]
Si obtuviéramos bendiciones a causa de sólo nuestra dedicación, olvidaríamos la
mano del Señor en las bendiciones que recibi mos. Es por esta razón que el Señor ha
estipulado que debemos pedir las bendiciones a fin de recibirlas.
Usted tiene la responsabilidad de asegurarse de que sus deseos justos estén bien
encaminados. El Señor ha dicho:
Recuerda que sin fe no puedes hacer nada; por tanto, pide con fe. No
juegues con estas cosas; no pidas lo que no debes. (DyC 8:10)
Cualquier cosa que le pidáis al Padre en mi nombre os será dada, si es para
vuestro bien; y si pedís algo que no os es conveniente, se tornará para vuestra
condenación . (DyC 88:64-65)
Y ahora, si Dios, que os ha creado, de quien dependéis por vuestras vidas y
por todo lo que tenéis y sois, os concede cuanta cosa justa le pedís con fe,
creyendo que recibiréis, ¡oh cómo debíais impartiros el uno al otro de vuestros
bienes! (Mosíah 4:21)
Y porque has hecho esto tan incansablemente, he aquí, te bendeciré para
siempre, y te haré poderoso en palabra y en hecho, en fe y en obras; sí, al
grado de que todas las cosas te serán hechas según tu palabra, porque tú no
pedirás lo que sea contrario a mi voluntad. (Helamán 10:5)
...que nada debéis hacer en el Señor, sin que primero oréis al Padre en el
nombre de Cristo, para que él os cons agre vuestra acción, a fin de que vuestra
obra sea para el beneficio de vuestras almas. (2 Nefi 32:9)

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Los motivos puros son el requisito previo para poder invocar los poderes del
cielo. Si tiene deseos vanos, el Señor no le sostendrá en su empeño por lograr sus
metas, sobresalir en la vida, o recibi r bendiciones. (Véase Gálatas 5:26) Sin
embargo, debe darse cuenta de que se puede tener la vista fija en glorificar a Dios y
todavía desear sobresalir en los deportes, su educación, su vocación, etc. Tener la
vista fija en glorificar a Dios quiere decir tener una orientación general centrada en
el Evangelio de Jesucristo. Esta orientació n influye en la conducta y la actitud de
cada persona. Generalmente, uno pued e medir hasta qué punto son puros sus
motivos por la diligencia con que desempeña sus varias responsabilidades en la
Iglesia.
Mas Buscad primeramente el reino de D ios y su justicia; y odas estas cosas
os serán añadidas. (Mateo 6:33)
Si sus motivos son puros, será digno de recibir la inspiración nec\
esaria para
determinar cuáles son los deseos que debe fomentar.
El que pide en el Espíritu, pide se gún la voluntad de Dios; por tanto es
hecho conforme a lo que pide. (DyC 46:30)
El Señor nos ha amonestado a que busquemos su apoyo e inspiración en todos
nuestros esfuerzos. (DyC 46:31; Moisés 5:8) Puede estar seguro de que si tiene la
vista fija en glorificar a Dios, será inspirado en la selección de\
deseos justos. (3 Nefi
19:24; DyC 50:29-30)
Es su responsabilidad asegurarse de que su s deseos sean justos. El Señor no dicta
los deseos que debemos fomentar.

LA PERCEPCIÓN DEL PRESIDENTE KIMBALL EN CUANTO A LAS
METAS.

El formular deseos dignos y específicos ocupa un lugar muy importante en
nuestra vida. El Presidente Spencer W. Kimball, hablando de las metas, dice:
Creemos en la necesidad de fijar me tas. Vivimos mediante metas. En
atletismo siempre tenemos metas. Cuando vamos a la escuela tenemos la meta
de
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