Impresiones, Poesías | Page 9

Joseph Campo-Arana
hondísima amargura?que ya nunca me deja.
Entónces, á mi afan suelto la llave?y escribo, sin pensar adquirir gloria?ni de fama ó de títulos ansioso,?--que esa ambicion en mí fuera irrisoria.?Escribo, como llora el desgraciado,?como canta el alegre; porque el pecho?es para el hondo sentimiento estrecho?y se desborda el duelo ó la alegría,?ésta con expansiva carcajada,?aquél en una lágrima sombría.?Escribo sin buscar otra ventura,?sin anhelar más precio á mis canciones?que desahogar un poco mi amargura.
No busques pues, lector, en mí al poeta?ni al hablista galano,?ni al pensador severo:?Dios me negó favor tan soberano?y yo que fiel su voluntad venero,?á mi modesta inspiracion me allano.?Dotes tan altas, ni fingirlas puede?el mortal á quien él no las concede.
Mas no por eso cesará mi canto,?que en el concierto inmenso,?de la tibia ma?ana?que la dulce y alegre primavera?con aromas y flores engalana,?del grillo entre las yerbas escondido?el ingrato chirrido,?se une al canto de amores regalado?del _pardo ruise?or enamorado_,?y al zumbido monótono y constante?del insecto infeliz, el tierno arrullo?de la tórtola amante?y del arroyo el plácido murmullo;?y de unos en la de otros confundida?la voz, ésta apacible, aquélla ingrata,?forman, por atraccion desconocida,?el himno poderoso de la vida?que en los aires fermenta y se dilata.
?DóNDE ESTá?
?Oh! sí: para vivir, yo necesito
lucha, esperanza, amor.?Los instantes de dicha y de abandono,
ciclo de la pasion;?la duda inquieta del desden fingido,
tormento abrasador,?que con lágrimas ba?a las pupilas
y de ira el corazon;?el tembloroso afan de la respuesta
y del primer favor;?el nervioso delirio de los celos,
que turba la razon.?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .?Mas ?dónde hallar una mujer que sepa
comprender mi dolor???Dónde encontrar una mujer, esclava
del mismo afan que yo???Una no habrá en el mundo que me escuche,
que sienta así el amor???Una no habrá en el mundo, que me quiera
mentir por compasion?
?SOLO!
Solo... Solo... Siempre solo,?siempre solo con mis penas!?Solo mientras dura el dia,?solo en la noche serena,?solo cuando pienso en Dios,?solo al pensar en la tierra,?solo cuando canto alegre,?y solo con mi tristeza!...?Solo siempre... Mas ?por qué,?esa soledad eterna??Es ?ay Dios! que el alma mia?no ha hallado su compa?era,?y siento que me hace falta?la mitad de mi existencia;?es que soy un pobre loco,?ó la humanidad entera?es ménos buena que yo,?y que su maldad me aterra;?es que el mundo me rechaza,?ó que mi alma le desprecia,?porque en él, ?ay! no ha podido?encontrar su compa?era.

Es que yo adoro las lágrimas?y el mundo se rie de ellas;?es que es mi ambicion muy grande?ó que mi alma es muy peque?a:?es que siempre, combatido?por encontradas ideas,?fluctúa mi pensamiento?por que la verdad no encuentra;?es que no tengo la fé?del mártir ni del poeta;?es que todos mis dolores?son despreciables miserias?que no levantan el ánimo?y que las fuerzas enervan;?es que anhelo un imposible,?delirio de mi tristeza;?es que me falta un apoyo?á que asir mi mano trémula;?es ?ay Dios! que el alma mia?no ha hallado su compa?era.

Es que me siento vencido?en esta lucha suprema,?y no hallo un amante seno?donde apoyar mi cabeza,?y á cuyo tibio calor?resuciten mis ideas;?es que veo, á mi pesar,?cerradas todas las puertas,?y sólo me ofrece asilo?la muerte... Quizás en ella,?al otro lado del manto?que la eternidad nos vela,?mi alma que triste y doliente?su camino hace en la tierra,?podrá conseguir su anhelo:?encontrar su compa?era.
áNSIA.
Y qué ?de esta inquietud jamás postrada,?de esta lucha sin tregua que en mí siento,?de este loco y altivo pensamiento,??no habrá de quedar nada?--?Nada!...--?Nada...?La pobre flor en el pensil tronchada,?deja sus hojas y su aroma al viento;?la ola al besar la playa, su lamento?deja, y la linda concha nacarada.?Yo tambien dejar quiero mi memoria;?aunque agostado como débil lirio,?quiero esculpir mis huellas en la historia.?Quiero que un dia el mundo con delirio?orne mi tumba con laurel de gloria...?Laurel de gloria, ó palma de martirio.
SúPLICA.
?Ay Dios! ?No quereis decirme?dónde la podré encontrar??Largos dias há, su huella?busco con ardiente afan...?Yo quiero verla un instante...?Un instante nada más.?Yo ahogaré en mi pecho el grito?de inmensa felicidad?que al volverla á ver de nuevo?el amor me arrancará.?Yo la dejaré camino?viéndola, triste, pasar?sin pedirle una sonrisa?que calme mi ardiente afan.?Yo me esconderé en la sombra?cual medroso criminal...?No buscaré su mirada...?Su voz no me arrastrará...?La veré como un delirio?irrealizable y fugaz...?Mas... quiero verla un instante,?un instante nada más.?--Por Dios, ?no quereis decirme?dónde la podré encontrar?
DIOS.
Lucha tenaz; mi espíritu se aterra,?y en vano busca el insoluble arcano?tras de el que en pos, el pensamiento humano,?ri?e consigo mismo cruda guerra.??Dios! ?Un tiempo tirano de la tierra!??Terrible agitador del Occeano?que sumerge azotándola inhumano?la pobre nave que en su seno encierra!?Mas nó; los elementos obedecen?sólo una ley, y ante ella, cual el suelo,?los infinitos mundos se estremecen.?Mintió quien en tu sér forjó su anhelo...?--Mas... ?por qué mis pesta?as se humedecen?al levantar los ojos hácia
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