Florante | Page 9

Francisco Balagtas
real?y de comunicar al rey su objeto,?portando una carta para mi padre venerado,?de pu?o y letra de su suegro el monarca.
259.
Ped��a auxilio, sobresaltado:?el reino de Crotona estaba sitiado por el enemigo;?mandaba el ej��rcito el famoso en destreza,?general Osmanlic, h��roe de Persia.
260.
Seg��n fama, era ��ste segundo?de su Pr��ncipe, cuyo valor era asombro del orbe:?Alad��n, terror de los guerreros,?tu compatriota que admiro.
261.
Aqu�� se sonri�� el moro con quien platicaba,?y al que hablaba contest�� con mesura:?Raras son--dec��a--las noticias que resultan ciertas,?y, dado que lo sean, son muchas las adiciones.
262.
Y lo que con frecuencia acrece, adem��s, el valor,?es la desmoralizaci��n del enemigo;?un guerrero a quien la suerte depare una victoria,?fatigar�� seguramente a la fama, y le cobrar��n miedo.
263.
Si en valor goza fama Alad��n,?tambi��n tiene vida que perder,?cr��eme que vale lo que t��?en desdichas y tormentos.
264.
Contest�� Florante: ?Ojal�� que no corra?el guerrero c��lebre mi suerte imp��a!?Que para el enemigo mismo no deseo?la clase de infortunio que deploro.
265.
Sabida por mi padre aquella desgracia,?que al reino de Crotona amenazaba destrucci��n,?me llev�� consigo y compareci�� inmediatamente?ante el rey Linceo que ten��a ej��rcito preparado.
266.
Al comenzar a subir las escaleras?del palacio repleto de joyas y riqueza,?sali�� a nuestro encuentro el noble rey,?abraz�� a mi padre y diome la mano.
267.
Dijo: ?Oh, duque! esta alhaja?guarda parecido con el ilustre guerrero;?lo so?�� y te avis��?que ser��a el sost��n de mi cetro y reino.
268.
?Qui��n es ��ste y de qu�� ciudad viene??La contestaci��n de mi padre: "Es mi ��nico hijo,?que ofrezco a tus nobles plantas;?cu��ntale por uno de tus vasallos."
269.
Se asombr�� el rey y me abraz��;?a buena ocasi��n has llegado,?t�� ser��s el general del ej��rcito que auxiliar��?al pueblo de Crotona, sitiado por el moro.
270.
Haz que sea verdad que t��, que no otro,?el valiente guerrero que so?��,?que difundir�� por el mundo?mi honor y poder.
271.
Deber tuyo ir y socorrer;?abuelo tuyo el rey del pueblo de Crotona;?eres de noble sangre, y debes conquistar?opini��n y fama singular en la guerra.
272.
Como era de raz��n la pretensi��n del rey,?se avino mi padre, aunque le pesase?que tan pronto se diera a la carnicer��a?mis pocos a?os y ausencia de experiencia.
273.
Yo nada contest�� y expuse?sino: "Rey se?or m��o", y me ech�� a sus pies;?cuando iba a besar sus nobles huellas,?me levant�� y me volvi�� a abrazar.
274.
Nos sentamos y tratamos?de sus proyectos y de cosas important��simas.?A punto ya de contar lo sucedido?en el pueblo de Atenas de donde ven��a,
275.
Hizo su aparici��n y esparci��?su brillo el lucero ��mulo de Venus,[35]?como si acabase de surgir de la nieve,?con la cabellera derram��ndose por la espaldilla de color perla.
276.
Dicha segunda, si no Para��so?lo que lanzaba su c��ndida mirada,?o, felicidad, brote del amor,?reclamo de Cupido sutil e intangible.[36]
277.
La llama del rostro no se diferenciaba?de la de Febo al amanecer;?cuerpo atildado, bien rimado?y muy en armon��a con la modestia de su porte.
278.
En alegr��a se asemejaba?a la flor reci��n abierta por el roc��o;?y, quienquiera que la viese,?cad��ver o avenates de locura tendr��a si no amase.
279.
Esta es la Laura que aniquila?mi pensamiento cada vez que miento,?y la causa de mis desesperaciones y lloros?que prestan tono tan melanc��lico a mis palabras.
280.
Hija de Linceo, rey malogrado,?y cifra de mis ilusiones;??por qu�� permiti�� el alto cielo?que la viese, si yo no la merec��a?
281.
?Oh, rey Linceo! si no la obligaste?a tomar parte en nuestra pl��tica,?mi vida no hubiera sufrido,?hoy que la traicion�� tu hija amada.
282.
No, amigo m��o, Laura no es infiel;?no s�� el por qu�� de su olvido;?mi suerte es la de befa y escarnio?indigna para el gozo y la alegr��a.
283.
?Podr��a acaso la traici��n asirse?a la riqueza del cielo en belleza??Hermosura, ?por qu�� no te desenredas?de los atropellados y traicioneros pasos?
284.
?No era tu raz��n, puesto en trance?de claudicar en medio de las tentaciones:?que tu honradez era, con mucho,?superior a carecer de hermosura y brillo?
285.
?Era todav��a esto ineficaz para atajar?tu inconsistencia y perversa inclinaci��n??Cual culmine en grandeza,?tal tabletear�� cuando de bruces caiga.
286.
?Oh, bizarro guerrero apiadado de m��!?a la aparici��n ya de la nueva estrella,?y desde que la vi, de s��bito, el amor?arrebat�� el coraz��n ofrendado a mi madre.
287.
Es decir, las l��grimas que mi rostro surcaron,?al ser hu��rfano de madre,?se consagraron a Laura, y mi coraz��n se llen�� de terror?por la irreverencia, acaso, que tal acto supondr��a.
288.
No acertaba con las palabras,?por mi alboroto y enajenamiento de ��nimo;?cuando tom�� parte en nuestra reuni��n, aquellas?sal��an desgarbadas aunque las acicalaba.
289.
Cuando termin�� la conversaci��n,?era hombre al agua;?turbada el alma y el coraz��n abrasado?por la llama del primer amor.
290.
Tres d��as me hosped�� el rey?en el palacio real, insigne en opulencia;?y no consegu�� hablar con la causa de mis males?y que confiaba me dar��a dicha.
291.
Aqu�� prob�� mayor dureza,?superior a la primera de marras,?y di por mentidos todos los pesares?comparados con los que del amor nac��an.
292.
Gracias que al d��a siguiente,?cuando el ej��rcito marchaba para Crotona,?la suerte me depar�� instantes para hablar?con la princesa que cautiv�� mi ser.
293.
Expuse, con palabras amorosas,?suspiros, l��grimas y gemidos,?el amor sa?udo que me ahogaba,?y sigue ahogando mi destartalada vida.
294.
El recio coraz��n del
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