preguntar��, ?en qu�� consiste la naturaleza de la mayor parte de las cosas que se nos ofrecen? Esta naturaleza, ?la conocemos en s�� �� en sus actos? Nuestra misma alma, ?la vemos acaso intuitivamente? ?por ventura no la conocemos por los actos de que tenemos conciencia? pues bien; de un modo semejante conocemos el alma sensitiva por sus actos, esto es, por el sentir; conocemos que no es materia, porque la materia es incapaz de sensacion; y �� la manera que de nuestra alma sabemos que es un ser simple, principio activo dotado de inteligencia y libertad, podremos decir que el alma de los brutos es un ser simple dotado de la facultad de sentir y de instintos y apetitos en el ��rden sensible.
Yo no s�� lo que es este principio activo considerado en s��; pero sus actos me le revelan como una fuerza superior �� los cuerpos; como una de tantas actividades que vivifican la naturaleza. Esa fuerza vivificante la encuentro en una porcion de materia admirablemente organizada, y cuya organizacion conspira �� un fin que es el ejercicio arm��nico de las facultades de ese viviente que llamamos animal; el no saber lo que es esa fuerza en s�� misma, no me impide el afirmar su existencia, ya que los fen��menos me la revelan de una manera incontestable.
[17.] ?Cu��l ser�� entonces el destino de esas almas �� de esas fuerzas vitales, en destruy��ndose la organizacion que ellas vivifican? ?Se reducir��n �� la nada ya que no pueden descomponerse por no constar de partes? ?continuar��n existiendo, esperando que les toque el turno de presidir �� una nueva organizacion? Aqu�� hay varias cuestiones que es bueno deslindar para examinarlas luego por separado.
Si el alma de los brutos no consta de partes, no puede perecer por desorganizacion; no se desorganiza lo que no est�� organizado, y no lo est�� lo que no tiene partes organizables.
De esto se infiere que el alma de los brutos no puede perecer por corrupcion propiamente dicha, pues que as�� se ha de verificar de todo ser que no est�� compuesto de materia. No veo que bajo este aspecto pueda ofrecerse ninguna dificultad; pero la cuestion no est�� resuelta sino en su parte negativa, pues hasta aqu�� solo sabemos que el alma de los brutos no se corrompe �� no muere por descomposicion; f��ltanos saber qu�� se hace de ella; ?se anonada? ?contin��a existiendo? y en tal caso, ?de qu�� manera? Estas son cuestiones diferentes.
Ante todo conviene advertir que aqu�� caben conjeturas, mas bien sobre la posibilidad que sobre la realidad; la filosof��a puede hacernos columbrar lo que puede haber, mas n�� lo que hay; pues la realidad no puede sernos conocida sin la experiencia, y esta nos falta en el caso presente. En buena filosof��a, cuando se pregunta lo que hay en este punto, la mejor respuesta es: no lo s��; cuando se pregunta qu�� es lo que puede haber, entonces entra el raciocinio fundado en los principios generales, y muy particularmente en la analog��a.
[18.] Suele decirse que nada se aniquila; esta proposicion ha menester explicaciones. ?Qu�� significa aniquilarse? dejar de ser, sin que reste nada de lo que antes habia; si se desorganiza un cuerpo, deja de ser como cuerpo organizado, pero la materia resta; no hay pues aniquilamiento. ?Es verdad que nada se aniquila? Segun algunos, es preciso distinguir entre sustancias y accidentes; como estos ��ltimos son una especie de seres incompletos, no hay inconveniente en que dejen de ser sin que reste nada de ellos, pero en esa desaparicion no habr�� aniquilamiento propiamente dicho: as�� vemos que las cosas se transforman continuamente, es decir, que padecen una sucesion de accidentes, los cuales dejan de existir cuando la cosa deja de ser modificada de la manera respectiva. En cuanto �� las sustancias, si dejasen de ser habria verdadero aniquilamiento; pero esto no se verifica porque ninguna sustancia se aniquila. As�� piensan algunos; ignoro lo que hay de verdad en este sistema, pues no s�� cual es el fundamento s��lido en que puede estribar. Si hay una sustancia destinada �� un objeto, en cesando este ?por qu�� no podria aniquilarse? Un ser criado, necesita continuamente de la accion conservadora del Ser criador; por lo cual se dice que la conservacion es una creacion continua; cuando cese el objeto �� que se destina la sustancia criada, qu�� inconveniente habr�� en que se aniquile? No veo que esto repugne ni �� la sabidur��a ni �� la bondad de Dios; cuando un art��fice tiene un instrumento que deja de servir, lo desecha �� lo inutiliza: esto en Dios equivaldria �� quitar la accion conservadora, y en la criatura, �� reducirse �� la nada; si no repugna �� la sabidur��a y bondad de Dios el que un ser organizado se desorganice �� deje de existir como ser organizado, ?por qu��
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