Esto 11 pasa un día sí y otro no.
El caballero no comprendía.
--Yo le aseguro al Sr. D. José--añadió con energía el [5] legislador
lacedemonio,--que está muy retebién hecho; porque de nada sirve
formar causa a esos pillos. El juez les marea un poco y después les
suelta. Si al cabo de seis años de causa, alguno va a presidio, a lo mejor
se escapa, o le indultan y vuelve a la Estancia de los Caballeros. Lo [10]
mejor es esto: ¡fuego en ellos! Se les lleva a la cárcel, y cuando se pasa
por un lugar a propósito... "¡ah! perro, que te quieres escapar... pum,
pum".... Ya está hecha la sumaria, requeridos los testigos, celebrada la
vista, dada la sentencia.... Todo en un minuto. Bien [15] dicen, que si
mucho sabe la zorra, más sabe el que la toma.
--Pues adelante, y apretemos el paso, que este camino, a más de largo,
no tiene nada de ameno--dijo Rey.
Al pasar junto a las Delicias, vieron, a poca distancia del camino, a los
guardias que minutos antes habían ejecutado [20] la extraña sentencia
que el lector sabe. Mucha pena causó al zagalillo que no le permitieran
ir a contemplar de cerca los palpitantes cadáveres de los ladrones, que
en horroroso grupo se distinguían a lo lejos, y siguieron todos adelante.
Pero no habían andado veinte pasos, cuando sintieron el [25] galopar de
un caballo que tras ellos venía con tanta rapidez, que por momentos les
alcanzaba. Volvióse nuestro viajero y vió un hombre, mejor dicho, un
Centauro, pues no podía concebirse más perfecta armonía entre caballo
y ginete, el cual era de complexión recia y sanguínea, ojos grandes, [30]
ardientes, cabeza ruda, negros bigotes, mediana edad y el aspecto en
general brusco y provocativo, con indicios de fuerza en toda su persona.
Montaba un soberbio caballo de pecho carnoso, semejante a los del
Partenón, enjaezado según el modo pintoresco del país, y sobre la grupa
llevaba una gran balija de cuero, en cuya tapa se veía en letras 12
gordas la palabra Correo.
--Hola, buenos días, Sr. Caballuco--dijo Licurgo, saludando al ginete,
cuando estuvo cerca.--¡Cómo le hemos [5] tomado la delantera! pero
usted llegará antes si se pone a ello.
--Descansemos un poco--repuso el señor Caballuco, poniendo su
cabalgadura al paso de la de nuestros viajeros, y observando
atentamente al más principal de los tres.-- [10] Puesto que hay tan
buena compaña....
--El señor--dijo Licurgo sonriendo,--es el sobrino de doña Perfecta.
--¡Ah!... por muchos años... muy señor mío y mi dueño....
[15] Ambos personajes se saludaron, siendo de notar que Caballuco
hizo sus urbanidades con una expresión de altanería y superioridad que
revelaba cuando menos la conciencia de un gran valer o de una alta
posición en la comarca. Cuando el orgulloso ginete se apartó y por
breve momento [20] se detuvo hablando con dos Guardias civiles que
llegaron al camino, el viajero preguntó a su guía:
--¿Quién es este pájaro?
--¿Quién ha de ser? Caballuco.
--¿Y quién es Caballuco?
[25] --¡Toma!... ¿pero no le ha oído usted nombrar?-- dijo el labriego,
asombrado de la ignorancia supina del sobrino de doña Perfecta.--Es un
hombre muy valiente, gran ginete, y el primer caballista de todas estas
tierras a la redonda. En Orbajosa le queremos mucho; pues él es... [30]
dicho sea en verdad... tan bueno como la bendición de Dios... Ahí
donde le ve, es un cacique tremendo, y el Gobernador de la provincia se
le quita el sombrero.
--Cuando hay elecciones...
--Y el Gobierno de Madrid le escribe oficios con mucha vuecencia en
el rétulo.... Tira a la barra como un San 13 Cristóbal, y todas las armas
las maneja como manejamos nosotros nuestros propios dedos. Cuando
había fielato no podían con él, y todas las noches sonaban tiros en las
[5] puertas de la ciudad... Tiene una gente que vale cualquier dinero,
porque lo mismo es para un fregado que para un barrido.... Favorece a
los pobres, y el que venga de fuera y se atreva a tentar el pelo de la ropa
a un hijo de Orbajosa, ya puede verse con él.... Aquí no vienen [10] casi
nunca soldados de los Madriles; cuando han estado, todos los días
corría la sangre, porque Caballuco les buscaba camorra por un no y por
un sí. Ahora parece que vive en la pobreza y se ha quedado con la
conducción del correo; pero está metiendo fuego en el Ayuntamiento
para que haya [15] otra vez fielato y rematarlo él. No sé cómo no le ha
oído usted nombrar en Madrid, porque es hijo de un famoso Caballuco
que estuvo en la facción, el cual Caballuco padre era hijo de otro
Caballuco abuelo, que también estuvo en la facción de más allá.... Y
como ahora andan diciendo que [20] vuelve a haber facción,
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