Diario del viaje al rio Bermejo | Page 8

Francisco Morillo
una barranca que está al lado del N: caminamos este dia 6 leguas. Su sonda, de mas de tres varas, salvo las dichas canales: tiene el rio barrancas altas y maderas de las ya dichas.
El 11 caminamos al salir el sol: reconocimos bojeaba el rio con mucha variedad, y tenia en sus márgenes barrancas tan eminentes que pasaban de treinta varias de altura; y á la legua encontramos una rápida canal que entraba por el N, y traia piedras menudas. Su sonda, de cuatro cuartas; y á la parte del S está una vistosa isleta, llena de árboles y laureles y otros árboles: tenia esta isleta como una legua de largo. Observamos ser tanta la copia de tigres este dia, que de cinco y de seis paseaban las riberas. Se encuentra en medio del rio una piedra pómez, de altura de dos varas, y de longitud doce, y de ancho dos y media varas; dividiendo el rio en dos brazos: el del S con menos agua, y el del N con tres varas de agua.
Caminabamos escasos de comida, por habersenos mojado la pólvora, que la caza era nuestro alimento; y sin saber como, de lo alto de una barranca cayó, al pasar, al rio una cierva, y atracando la canoa, la tomamos viva, sin mas lesion que estar desquijarada, quizá de la caida. Acordéme con este prodigio, de la promesa de mi Seráfico Patriarca, y le rendí las gracias con el Te-Deum al Supremo Proveedor de todas las cosas. Paramos este dia à puestas del sol, al lado del S, junto á unas saucerias; y la sonda de este dia, salvo las canales, fué de mas de tres varas. Anduvimos 5 leguas.
El 12, al salir el sol, seguimos nuestra navegacion: á la legua encontramos una canal; la sonda de á vara. Hace aquí una vistosa isla de monte al S y N: aquí se divide el rio en dos brazos; el del S es de mas aguas. Observamos una barranca que mira al poniente, de desmedida altura; su cimiento de piedra pómez: aquí paramos. La sonda de tres varas; salvo las expresadas canales. Anduvimos este dia tres leguas, por haber parado á mediodia.
El 13 caminamos al salir el sol, y á poco paré, por haber enfermado, y me mantuve el 14.
El 15 caminé á las diez del dia: á la legua se halla una canal, con sonda de menos de vara: sigue una encumbrada barranca al lado del N, como de una legua. Hace una isla de famosa arboleda, de largo media legua: dá aquí el rio una vuelta al S de legua; vuelve al N, que es su giro. Hace el rio dos brazos, y en medio forma una isla de nogales; el del lado del N es de mas agua. Vuelve á la legua á dividirse en dos brazos; el del N de mas agua: su sonda dos varas; y lo demas de este dia, salvo la expresada canal, de á tres varas. Anduvimos este dia 4 leguas.
El 16, salimos al salir el sol: dá el rio vueltas de N á S, y al poniente á una y otra márgen hay elevadas barrancas con algunas cuevas, criaderos de tigres; y los hay con tal abundancia, que los veiamos de cinco y seis, pero sin hacer da?o. A la parte del N vimos una indiada; vino uno de ellos á la canoa, y díjome ser chiriguano. Los demas con la novedad se quedaron admirados: diéronme paso. A la media legua se divide el rio en tres brazos: el del medio es de mas agua, pues tiene cinco cuartas: aquí hace una dilatada playa, y aquí finalizan las dos sierras de N á S. A la media legua, á puestas del sol, llegamos al Rio de Centa, que hasta este parage llaman Grande al Rio de Tarija.
El Rio de Tarija corre del N: pasa por una elevada sierra, y es su curso muy despe?ado hasta incorporarse al de Centa, que viene del poniente, á quien contribuyen sus aguas los rios de San Andres, San Ignacio é Iruya, cuyas vertientes vienen del Perú, y juntos componen el de Centa, así llamado: porque antes de llegar al frondoso Valle de Centa se llama de San Andres; y aquí pierde el nombre este, y toma el de Centa, en cuyas márgenes está construido un fuerte y reduccion de vistosa fabrica, que el a?o de 1779 hizo el Se?or D. Andres Mestre, actual Gobernador y Capitan General de la provincia del Tucuman: tiene este fuerte 40 plazas. La reduccion es de indios Mataguayos y Orejones, que estan al cargo de religiosos de mi órden.
Y caminando rio arriba de Centa, sin saber donde estaba dicho fuerte y reduccion, á la media legua encontré una senda. Aquí atamos la canoa, y salí á pié con el
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