Cosmografía | Page 4

Amédée Victor Guillemin
la rotación, no participan de este
movimiento.
Nosotros, los habitantes de la Tierra, no nos damos cuenta del
movimiento de rotación de que estamos animados con todo cuanto
existe en su superficie. Esto depende de que los cuerpos que nos rodean

giran con nosotros, animados de análoga velocidad; en consecuencia,
sus distancias y posiciones relativas no se modifican: las tierras, los
campos y hasta el aire son arrastrados como nosotros. Podríamos
compararnos con los viajeros que desde lo interior de un vagón ó de un
buque ven los campos, los árboles y las casas, alejarse en sentido
opuesto al del carro ó barco que los lleva. El globo terrestre es ese bajel
en que vamos todos embarcados, y que nos parece inmóvil, mientras
que los objetos exteriores, es decir, los astros, parecen arrastrados en
sentido contrario.
=12. Orientación.--Plano meridiano.=--Orientarse, en un horizonte
cualquiera, es hallar la dirección exacta de las líneas que van á los
puntos cardinales, de norte á sur y de este á oeste. Es fácil lograrlo por
medio de la observación del movimiento diurno de los astros, sea
durante la noche, sea de día.
[Illustración: Fig. 4.--Estrella Polar.]
La primera indicación la suministran el orto y el ocaso, pues aquél se
efectúa por la parte de oriente ó del este, y el segundo por la de
occidente ú oeste. Cada estrella describe un arco de círculo, elevándose
cada vez más hasta un punto á partir del cual empieza por el contrario á
bajar, hasta que llega á su ocaso. El punto más alto de su camino, que
es el punto medio mismo del arco, ó culminación de la estrella, se
encuentra en el plano meridiano, esto es, en el plano vertical que corta
el horizonte en los dos puntos norte y sur. Este plano es el mismo para
todos los astros, pues contiene todos los puntos culminantes de éstos;
pero es difícil orientarse buscando la posición de este plano por medio
de los puntos culminantes de las estrellas, cuando se carece de los
instrumentos necesarios.
=13. Orientación de noche en el hemisferio norte.=--Si el horizonte del
punto donde nos hallamos se encuentra situado en el hemisferio norte
de la Tierra, será posible orientarse durante la noche, con tal de que se
vean las estrellas, de la siguiente manera.
Fácilmente se reconocerá un grupo de siete estrellas, que tiene el
nombre de Osa Mayor, representado en la figura 4.

Como las siete estrellas del grupo en cuestión no se ponen nunca en los
países del hemisferio norte que se encuentran por encima del paralelo
40, siempre se las verá, sea cual fuese su posición en el cielo. Si la línea
ab, que une las dos estrellas del trapecio, se prolonga unas cinco veces
su distancia aparente, se encontrará en esta prolongación una estrella de
segunda magnitud, que pertenece á otro grupo, cuya forma es casi
idéntica á la de la Osa Mayor y que por lo mismo ha recibido el
calificativo de Osa Menor. Esa estrella, muy cercana al punto que
constituye el polo celeste boreal, es la Polar.
[Illustración: Fig. 5.--Cruz del Sur.]
Pues bien, el plano vertical que la contiene es el meridiano ó apenas se
diferencia de éste. Desde este momento, la dirección de la meridiana es
conocida, pues se tiene el punto cardinal norte por la parte de la estrella,
y el punto sur en la dirección opuesta. La línea que corta la meridiana
formando ángulos rectos, dará á la derecha del norte el punto este y á la
izquierda el oeste.
=14. Orientación de noche en el hemisferio sur.=--Si el lugar donde se
está pertenece al hemisferio sur de la Tierra, la orientación será fácil
tomando como punto de partida un grupo muy aparente y bien
conocido de cuatro estrellas, dispuestas á manera de brillante cruz y
llamadas por eso mismo la constelación de la Cruz del Sur (fig. 5).
Estas estrellas no se ponen nunca, desde que la latitud del lugar pasa de
40 grados. El movimiento diurno les hace describir entonces una
circunferencia entera alrededor del polo. Pero en todas las posiciones
que la Cruz ocupa en esa revolución, su brazo mayor, ab, se encuentra
dirigido siempre hacia el polo celeste austral, y se encontrará el punto
de éste, prolongando ab cuatro veces su longitud. Desgraciadamente,
en ese sitio y en sus alrededores, no existe estrella ninguna algo
brillante, como la Polar en el hemisferio norte.
De modo que para hallar en el horizonte el punto sur, será necesario
imaginar un plano vertical que pase por este punto del cielo, que nada
distingue ni caracteriza. Sin embargo, no es difícil lograrlo con un poco
de práctica.

=15. Determinación de la meridiana, de día.=--Digamos ahora la
manera de orientarse durante el día, observando la dirección de las
sombras que proyecta una varilla ó vástago vertical,
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