Pequeñeces | Page 9

Luis Coloma
Gorito Sardona.
Y Paco Vélez, en crudo, sin repulgos, sin que ninguna dama se espantase, ni ningún caballero le cruzara el rostro de una bofetada, a?adió:
--Paca la alta... artiste anonyme...
Angelito Castropardo, en pie detrás de la gorda López Moreno, la designaba con gesto picaresco, gui?ando un ojo como si preguntase si era ella; mas la Mazacán, con mucha pausa y sin que la voluminosa banquera pudiese comprender por la expresión de su rostro qué decía, ni a quién hablaba, le contestó, subrayando las palabras:
--No es gorda de Espa?a... Es grande de Espa?a.
Recrudecióse la sorpresa con asomos de indignación, y hasta el mesurado diplomático contrajo sus pellejos de conejo, exclamando:
--?Imposible!... ?Imposible!...
--Será alguna grande de provincia... Alguna indecente que nosotros no conocemos--dijo Leopoldina Pastor.
--No, se?or; es grande de la corte, y de la cepa... y me extra?a no encontrarla aquí...
--?Aquí?--gritó la duquesa irguiéndose amenazadora.
Y revolvió los ojos en todas direcciones, como buscando debajo de alguna mesa o en lo alto de algún étagére a la nueva camarera.
--Pero ?quién es?... ?Quién es?--gritaron todos.
Isabel Mazacán dejaba escapar una sonrisita maliciosa, como quien saborea un triunfo anticipado; presentó una copa a Paco Vélez para que se la llenase de whisky, vacióla de un trago, y acabó al fin de soltar la bomba.
--Curra Albornoz--dijo.
Lo enorme de la afirmación destruyó su efecto. Un ??bah!? general de incredulidad brotó de todos los labios, y la duquesa se hundió de nuevo en las profundidades de su chaise-longue, exclamando:
--?Eso es una canard!
--?Sí, se?or!... ?Un camelo!--a?adió Gorito muy indignado.
Tocóle la vez de enfurecerse a Isabel Mazacán, y mientras el viejo Butrón disimulaba un repentino sobresalto, como si juzgase aquel nombramiento cosa de grave peligro, dijo ella muy contrariada por el fiasco de su noticia:
--Pues, se?or, ?me pasmo de su pasmo de ustedes!... ?A qué viene ese espanto?... ?Acaso Curra ha tenido alguna vez vergüenza?
--?Eso es otra cosa!--replicó con fresquísima naturalidad la duquesa--. Pero la enormidad que tú le atribuyes sería peor que una culpa; sería una pifia...?Camarera mayor de la Cisterna!... ?Qué ridiculez!...
--Mira que lo sé de buena tinta...
--Vamos, mujer, dilo sin miedo, que ninguna de nosotras se ha de poner colorada--exclamó María Valdivieso con la intención de un toro de ocho a?os--. ?Te lo ha dicho García Gómez?...
La Mazacán titubeó un momento, y sin ruborizarse tampoco por las comentadas intimidades que con el lindo ministro tenía, dijo al cabo:
--García Gómez me lo ha dicho.
--?Pues aunque lo diga San García Gómez no lo creo!--replicó impertérrita la duquesa--. Necesitaría yo verla en el coche de la Cisterna para comprender.
--Ya lo irás comprendiendo, mujer, no te apures--la interrumpió Isabel Mazacán con mucha sorna--. ?Te acuerdas de que Currita estaba en París cuando la abdicación de la reina? ?Te acuerdas de que nadie se acordó de invitarla a la ceremonia?... Bien se guardó ella de decirlo; pero su marido, ese Villamelón, que tiene más de melón que de villa, lo dejó escapar una noche en casa de Camponegro... ?Pues ahí tienes la madre del cordero!... Ella no ha perdonado el desaire, y quiere ahora sacarse la espina; porque, ?pásmate, Beatriz, pásmate!... Ni aun siquiera le han ofrecido el cargo; ?ella, ella es quien lo ha solicitado!...
Horrorizáronse todos, y la Mazacán continuó:
--Verdad es que se hace pagar carillo, porque ha sacado seis mil duros de sueldo, y...
--?Seis mil duros de sueldo?... ?Qué barbaridad!... Pero si ningún sueldo de Palacio pasó nunca de tres mil duros...
--Pues para Curra pasa de seis mil, porque, además de ellos, se ha sacado también...
Aquí intercaló la amiga de García Gómez una risita de todos los diablos, y a?adió muy despacito:
--...la Secretaría particular de don Amadeo, para ese Juanito Velarde, que es ahora su consejero íntimo.
--?Velarde?--exclamó Pilar Balsano muy sorprendida--. ?Yo nada sabía!...
--?Ahora te desayunas de eso?... ?Vamos, Pilar, que estás siempre en Belén con los pastores!...
--Lo veía mucho con Villamelón, pero nada sospechaba...
--?Y querías mayor indicio?... En ese matrimonio modelo son comunes hasta las afecciones; el consejero más íntimo de Currita es el amigo que Villamelón pasea... En eso conozco yo quién está de turno.
Riéronse todos, como siempre que la Mazacán empu?aba la tijera, y la se?ora de López Moreno dijo muy satisfecha:
--?Qué Isabel esta!... ?Con qué gracia crucifica a todo el mundo!...
No sentó bien a la Mazacán aquel familiar Isabel, y como no tenía sobre sus tierras hipoteca ninguna de la banquera, la contestó recalcando mucho el nombre de pila de esta:
--Por eso tengo la seguridad de que a nadie calumnio, mi se?ora do?a Ramona...
La duquesa, que aún no se daba por convencida, quiso replicar algo; pero el marqués, desasosegado y nervioso, impuso silencio, extendiendo una mano que parecía tener, como las de Jacob, mitones de cabrito...
--?Basta, basta, se?ores!--dijo--. ?Están ustedes jugando con fuego!...
Y lanzando en torno una mirada escrutadora, que brillaba entre sus cejas como el sol entre nubarrones, a?adió:
--Todos tenemos aquí los mismos intereses, y se puede hablar
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