Parnaso Filipino | Page 8

Eduardo Martin de la Camara
hinojos?desgre?ada la trenza, so?olientos los ojos,?--princesa fugitiva de un pa��s del amor.
HOMENAJE
A SALVADOR RUEDA
Embajador poeta que vienes a esta tierra?donde flame�� un d��a la ense?a roja y gualda,?toma las galas todas que mi solaz encierra?y danos de tus rimas la perennal guirnalda.
De tus gloriosos versos la prodigiosa alquimia?afianzar�� los v��nculos de nuestra antigua alianza,?que no en balde parlamos la hispana lengua eximia?y bru?�� el sol nativo del "Quijote" la lanza.
No morir�� en mi tierra la lengua de Castilla,?la cultura espa?ola no encontrar�� su ocaso,?las leyes del Rey Sabio tendr��n vida inmortal;
porque en la historia un nombre eternamente brilla,?al lado de Cervantes, Molina y Garcilaso,?el nombre de aquel vate, h��roe y m��rtir: Rizal.
Octubre, 1915.
Balmori (Jes��s)
Manile?o. Comenz�� a metrificar para el p��blico a los quince a?os, y a los diez y siete public�� su volumen Rimas malayas (Manila, 1904). Sus primeros modelos fueron B��cquer, Espronceda y otros bardos hispanos. Idolatr��, luego, en Rub��n. Tambi��n cree en Villaespesa, Rostand y D'Annunzio. Es padre de dos novelas y dos zarzuelas. Laure��ronle en copia de cert��menes po��ticos.
?GLORIA!
(LETRA DE UN HIMNO ESCOLAR A RIZAL, PREMIADO NOVIEMBRE, 1908), EN CONCURSO PROMOVIDO POR El Renacimiento, DIARIO NACIONALISTA DE MANILA.
Del suelo de la patria que vuestra, sangre encierra?hoy brota un himno santo en vuestro augusto honor.??Gloria al que abri�� los surcos para labrar su tierra!??Gloria al que abri�� las almas para ense?ar su amor!
No se extingui�� en los aires vuestra palabra amada;?no faltan labios j��venes que besen vuestra cruz;?y la legi��n de ap��stoles por vos fructificada?no olvida al que en la noche cay�� pidiendo luz.
Luz para las conciencias, para las almas todas;?luz para el ara triste del olvidado altar;?que aquella vuestra l��mpara que se apag�� en las bodas?ilumin��, estallando, el alma popular.
Brotan frutos del suelo que el germen vuestro encierra;?las almas aprendieron a amar en vuestro honor...??Gloria al que abri�� los surcos para labrar su tierra!??Gloria al que abri�� las almas para ense?ar su amor!
LA VENGANZA DE LAS FLORES
(CUENTO)
I
Se?or: Pues ��sta era una gentil chiquilla?Hija de un primitivo y aut��ctono rajh��,?M��s bella que la estrella que sobre el viento brilla,?M��s dulce que este cuento que a t�� brindado v��.
?Si hubieras visto qu�� ojos! ?Lo mismo que dos frutas?De un lomboy[14] que tuviera las ramas perfumadas!??Y qu�� labios de rosa! ?Y qu�� gloriosas rutas?Y l��neas las del cuerpo de carnes encantadas!
Y se llamaba Flora, como la primavera,?Y su voz como el canto de los p��jaros era,?Y sus cabellos negros y largos, y su frente...
Su frente era como un jazm��n harto de aurora,?Con mucho de rom��nticos amores so?adora?Y mucho de los rayos de luna. Dulcemente.
[Nota 14: Fruto negro, brillante, del ��rbol as�� nombrado.]
II
Se?or: Pues esta ni?a estaba abandonada?Por el rajh��, ocupado en combates sin fin,?Y como ya muriera su madre, infortunada,?Ahora buscaba amor y aroma en el jard��n.
Pero las flores, much��simo menos amorosas?Que esas santas llamadas las madres de los hombres,?De la gentil chiquilla y su beldad celosas?Acordaron matarla, se?or, aunque te asombres.
Que a veces la flor mata, como matan las leyes,?As�� sean las v��ctimas diosas o hijas de reyes,?As�� el verdugo luego grite arrepentimiento.
Y el acuerdo de todas las flores vengativas,?Desde las sampaguitas hasta las siemprevivas,?Qued�� temblando a modo de una hoz sobre el viento.
III
Y aqu�� viene lo triste, se?or, de todo esto;?Porque una tarde Flora cort�� y cort�� m��s flores,?Y luego de api?arlas en su tagalo cesto,?Se fu�� a su lecho para contarlas sus amores.
Y se qued�� dormida con ellas, y con ellas,?Que se re��an bajo la luz de las estrellas,--?L��mparas de oro puestas en el celaje c��nico,--
Flora, a la luz del alba amaneci�� abrasada,?Completa y dulcemente, de muerte perfumada.??Las flores la mataron con su ��cido carb��nico!
1910.
EL VOLCAN DE TAAL
(HACIA LO PARAD��JICO)
Y Dios cogi�� una vara de estrellas encendidas?Para prenderle fuego al cr��ter del volc��n.
Temblaron las entra?as del monstruo, sacudidas.?La noche se ti?�� del sol de sus heridas.?Y al despertar del sue?o de siglos el tit��n,?Busc�� a las dulces v��rgenes al pi�� de su albo lecho,?Busc�� a las flores hechas de todos sus vapores?Para clavar--?qu�� loco!--sus garras en el pecho
De v��rgenes y flores.
Cayeron. Y por ellas?Llor�� el coloso luego sus l��grimas de estrellas.
Y es que algo en el zarpazo del d��bil a los fuertes?Pudiera aventurarnos a inmensos silogismos.?Si fueran esas cumbres eternamente inertes?Las ��guilas no har��an su nido en los abismos??Oh ejemplo de las lavas!??Oh, t��, que matas v��rgenes y rosas con tus babas?Llorando aquella risa con que rod�� Sat��n!?Sigue rompiendo almas, sigue rompiendo prados.
Dios coger�� una vara de lirios perfumados?Para apagar el fuego del cr��ter del volc��n.
1910.
EN EL CIRCO
Alma bohemia que jam��s se abate,?gemela de Tali��n y Prometeo,?antes que suene el grito de combate?por la arena del circo me paseo.
No temas t��, oh Amor, porque me veas?despreciando mi
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