hinojos?desgre?ada la trenza, so?olientos los ojos,?--princesa fugitiva de un país del amor.
HOMENAJE
A SALVADOR RUEDA
Embajador poeta que vienes a esta tierra?donde flameó un día la ense?a roja y gualda,?toma las galas todas que mi solaz encierra?y danos de tus rimas la perennal guirnalda.
De tus gloriosos versos la prodigiosa alquimia?afianzará los vínculos de nuestra antigua alianza,?que no en balde parlamos la hispana lengua eximia?y bru?ó el sol nativo del "Quijote" la lanza.
No morirá en mi tierra la lengua de Castilla,?la cultura espa?ola no encontrará su ocaso,?las leyes del Rey Sabio tendrán vida inmortal;
porque en la historia un nombre eternamente brilla,?al lado de Cervantes, Molina y Garcilaso,?el nombre de aquel vate, héroe y mártir: Rizal.
Octubre, 1915.
Balmori (Jesús)
Manile?o. Comenzó a metrificar para el público a los quince a?os, y a los diez y siete publicó su volumen Rimas malayas (Manila, 1904). Sus primeros modelos fueron Bécquer, Espronceda y otros bardos hispanos. Idolatró, luego, en Rubén. También cree en Villaespesa, Rostand y D'Annunzio. Es padre de dos novelas y dos zarzuelas. Laureáronle en copia de certámenes poéticos.
?GLORIA!
(LETRA DE UN HIMNO ESCOLAR A RIZAL, PREMIADO NOVIEMBRE, 1908), EN CONCURSO PROMOVIDO POR El Renacimiento, DIARIO NACIONALISTA DE MANILA.
Del suelo de la patria que vuestra, sangre encierra?hoy brota un himno santo en vuestro augusto honor.??Gloria al que abrió los surcos para labrar su tierra!??Gloria al que abrió las almas para ense?ar su amor!
No se extinguió en los aires vuestra palabra amada;?no faltan labios jóvenes que besen vuestra cruz;?y la legión de apóstoles por vos fructificada?no olvida al que en la noche cayó pidiendo luz.
Luz para las conciencias, para las almas todas;?luz para el ara triste del olvidado altar;?que aquella vuestra lámpara que se apagó en las bodas?iluminó, estallando, el alma popular.
Brotan frutos del suelo que el germen vuestro encierra;?las almas aprendieron a amar en vuestro honor...??Gloria al que abrió los surcos para labrar su tierra!??Gloria al que abrió las almas para ense?ar su amor!
LA VENGANZA DE LAS FLORES
(CUENTO)
I
Se?or: Pues ésta era una gentil chiquilla?Hija de un primitivo y autóctono rajhá,?Más bella que la estrella que sobre el viento brilla,?Más dulce que este cuento que a tí brindado vá.
?Si hubieras visto qué ojos! ?Lo mismo que dos frutas?De un lomboy[14] que tuviera las ramas perfumadas!??Y qué labios de rosa! ?Y qué gloriosas rutas?Y líneas las del cuerpo de carnes encantadas!
Y se llamaba Flora, como la primavera,?Y su voz como el canto de los pájaros era,?Y sus cabellos negros y largos, y su frente...
Su frente era como un jazmín harto de aurora,?Con mucho de románticos amores so?adora?Y mucho de los rayos de luna. Dulcemente.
[Nota 14: Fruto negro, brillante, del árbol así nombrado.]
II
Se?or: Pues esta ni?a estaba abandonada?Por el rajhá, ocupado en combates sin fin,?Y como ya muriera su madre, infortunada,?Ahora buscaba amor y aroma en el jardín.
Pero las flores, muchísimo menos amorosas?Que esas santas llamadas las madres de los hombres,?De la gentil chiquilla y su beldad celosas?Acordaron matarla, se?or, aunque te asombres.
Que a veces la flor mata, como matan las leyes,?Así sean las víctimas diosas o hijas de reyes,?Así el verdugo luego grite arrepentimiento.
Y el acuerdo de todas las flores vengativas,?Desde las sampaguitas hasta las siemprevivas,?Quedó temblando a modo de una hoz sobre el viento.
III
Y aquí viene lo triste, se?or, de todo esto;?Porque una tarde Flora cortó y cortó más flores,?Y luego de api?arlas en su tagalo cesto,?Se fué a su lecho para contarlas sus amores.
Y se quedó dormida con ellas, y con ellas,?Que se reían bajo la luz de las estrellas,--?Lámparas de oro puestas en el celaje cónico,--
Flora, a la luz del alba amaneció abrasada,?Completa y dulcemente, de muerte perfumada.??Las flores la mataron con su ácido carbónico!
1910.
EL VOLCAN DE TAAL
(HACIA LO PARADóJICO)
Y Dios cogió una vara de estrellas encendidas?Para prenderle fuego al cráter del volcán.
Temblaron las entra?as del monstruo, sacudidas.?La noche se ti?ó del sol de sus heridas.?Y al despertar del sue?o de siglos el titán,?Buscó a las dulces vírgenes al pié de su albo lecho,?Buscó a las flores hechas de todos sus vapores?Para clavar--?qué loco!--sus garras en el pecho
De vírgenes y flores.
Cayeron. Y por ellas?Lloró el coloso luego sus lágrimas de estrellas.
Y es que algo en el zarpazo del débil a los fuertes?Pudiera aventurarnos a inmensos silogismos.?Si fueran esas cumbres eternamente inertes?Las águilas no harían su nido en los abismos??Oh ejemplo de las lavas!??Oh, tú, que matas vírgenes y rosas con tus babas?Llorando aquella risa con que rodó Satán!?Sigue rompiendo almas, sigue rompiendo prados.
Dios cogerá una vara de lirios perfumados?Para apagar el fuego del cráter del volcán.
1910.
EN EL CIRCO
Alma bohemia que jamás se abate,?gemela de Talión y Prometeo,?antes que suene el grito de combate?por la arena del circo me paseo.
No temas tú, oh Amor, porque me veas?despreciando mi
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