es Puerto en la Isla de Cuba) donde en algunos dias, que eftuvimos, el Governador fe rehi?o de Gente, de Armas, i de Caballos. Sufcediò alli, que vn Gentil-hombre, que fe llamaba Vafco Porcalle, Vecino de la Trinidad (que es en la mifma Isla) ofrefciò de dàr al Governador ciertos Baftimentos, que tenia en la Trinidad, que es cien Leguas del dicho Puerto de Santiago. El Governador, con toda la Armada, partiò para allá: mas llegados à vn Puerto, que fe dice Cabo de Santa Cruz, que es mitad del camino: parefciòle, que era bien efperar alli, i embiar vn Navio, que truxefe aquellos Baftimentos, i para efto mandò à vn Capitan Pantoja, que fuefe allá con fu Navio, i que Yo, para mas feguridad, fuefe con èl, i èl quedò con quatro Navios, porque en la Isla de Santo Domingo havia comprado vn otro Navio. Llegados con eftos dos Navios al Puerto de la Trinidad, el Capitan Pantoja fue con Vafco Porcalle à la Villa, que es vna Legua de alli, para refcebir los Baftimentos: Yo quedè en la Mar con los Pilotos, los quales nos dixeron, que con la maior prefte?fa, que pudiefemos, nos defpachafemos de alli, porque aquel era un mui mal Puerto, i fe folian perder muchos Navios en èl; i porque lo que alli nos fucediò, fue cofa mui fe?alada, me parefciò, que no feria fuera de propofito, i fin, con que Yo quife efcrevir efte Camino, contarla aqui. Otro dia de ma?ana comen?ò el tiempo à dàr no buena fe?al, porque comen?ò à llover, i el Mar iba arreciando tanto, que aunque Yo dì licencia à la Gente, que faliefe à Tierra, como ellos vieron el tiempo que hacia, i que la Villa eftaba de alli vna Legua, por no eftàr al Agua, i frio, que hacia, muchos fe bolvieron al Navio. En efto vino vna Canoa de la Villa, en que me traìan vna Carta de vn Vecino de la Villa, rogandome, que me fuefe allà, i que me darian los Baftimentos, que hoviefe, i necefarios fuefen; de lo qual Yo me efcusè, diciendo, que no podia dexar los Navios. A medio dia bolviò la Canoa con otra Carta, en que con mucha importunidad pedian lo mifmo: i traìan vn Caballo en que fuefe. Yo dì la mifma refpuefta que primero havia dado, diciendo, que no dexaria los Navios; mas los Pilotos, i la Gente me rogaron mucho, que fuefe, porque diefe priefa que los Baftimentos fe truxefen lo mas prefto que pudiefe fer, porque nos partiefemos luego de alli, donde ellos eftaban, con gran temor, que los Navios fe havian de perder, fi alli eftuviefen mucho. Por efta ra?on Yo determinè de ir à la Villa, aunque primero que fuefe, dexè proveìdo, i mandado à los Pilotos, que fi el Sur, con que alli fuelen perderfe muchas veces los Navios, ventafe, i fe viefen en mucho peligro, diefen con los Navios al travès, i en parte que fe falvafe la Gente, i los Caballos; i con efto Yo fali, aunque quife facar algunos conmigo, por ir en compa?ia, los quales no quifieron falir, diciendo, que hacia mucha Agua, i frio, i la Villa eftaba mui lexos, que otro dia, que era Domingo, faldrian, con el aiuda de Dios, à oìr Mifa. A vna hora, defpues de Yo falido, la Mar comen?ò à venir mui brava, i el Norte fue tan recio, que ni los Bateles ofaron falir à Tierra, ni pudieron dàr en ninguna manera con los Navios al travès, por fer el viento por la Proa; de fuerte, que con mui gran trabajo, con dos tiempos contrarios, i mucha Agua que hacia, eftuvieron aquel dia, i el Domingo, hafta la noche. A efta hora, el Agua, i la Tempeftad, comen?ò à crefcer tanto, que no menos Tormenta havia en el Pueblo, que en la Mar, porque todas las Cafas, i Iglefias fe caieron, i era necefario que anduviefemos fiete, ò ocho Hombres abra?ados vnos con otros, para podernos amparar, que el viento no nos llevafe; i andando entre los Arboles, no menos temor teniamos de ellos, que de las Cafas, porque como ellos tambien caìan, no nos matafen debaxo. En efta tempeftad, i peligro, anduvimos toda la noche, fin hallar parte, ni lugar, donde media hora pudiefemos eftàr feguros.
Andando en efto, oìmos toda la noche, efpecialmente defde el medio de ella, mucho eftruendo, i grande ruido de voces, i gran fonido de Cafcaveles, i de Flautas, i Tamborinos, i otros Inftrumentos, que duraron hafta la ma?ana, que la Tormenta cesò. En eftas Partes nunca otra cofa tan medrofa fe viò: Yo hice vna proban?a de ello, cuio Teftimonio embiè à V. Mag. El Lunes por la ma?ana baxamos al Puerto, i no hallamos los Navios: vimos las Boias de ellos en
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