en la boca del Jaurú, en cumplimiento del articulo 6 del tratado, ajustado en Madrid en 13 de Enero de 1750.
Este reconocimiento, único fruto de aquella laboriosa negociacion, fué el último servicio prestado al gobierno por este docto religioso, y es tambien el que mas honra su memoria. De este diario se valió D. Luis de la Cruz Cano de Olmedilla para la formacion de su gran mapa del América meridional, que publicado en Madrid en 1775, y reproducido por Faden en Londres, en 1799, fué adoptado por Arrowsmith, en 1811.
Este documento hubiera corrido la suerte de casi todos los trabajos de los últimos jesuitas en estas regiones, á no haber sido por el cuidado del P. Domingo Muriel (ó Ciriaco Morelli, como se le antojó llamarse en sus obras), que lo insertó en el apendice de su version latina de la História del Paraguay del P. Charlevoix, de donde lo hemos extractado.
Circunscripto á los deberes de su estado, el P. Quiroga se resignó á una vida retirada en el colegio de Belen, en donde le fué intimado el decreto de la supresion de su órden en 1767. Expulsado de su patria adoptiva, sin que le fuera permitido volver á la propia, buscó un asilo en Italia, donde acabó sus dias, sin mas consuelos que los que proporciona la religion á una conciencia libre de remordimientos.
Buenos Aires, Junio de 1836.
PEDRO DE ANGELIS.
* * *
DESCRIPCION DEL RIO PARAGUAY.
§. I.
Origen del rio Paraguay, y rios que entran en él, hasta su junta con el Paraná.
El rio Paraguay tiene su orígen en una gran cordillera de serranias, que se estiende de oriente á poniente por centenares de leguas, y pasa al norte de Cuyabá. De esta cordillera bajan al sur muchos arroyos y riachuelos, que juntos forman un bien caudaloso rio, que comienza á ser navegable cincuenta ó sesenta leguas mas arriba del Xaurú. Y todo el rio Paraguay, desde dicha cordillera hasta la ciudad de las Siete Corrientes, en donde concurre con el Paraná, es tambien navegable, aunque sea con barcos grandes: pero estos no son los mejores para vencer las corrientes, para lo cual mas aparentes son las falúas de remos, los bergantines ligeros y todo género de jabeques.
Desde el rio Xaurú arriba no sabemos que rios de consideracion entran en el Paraguay; pero es de creer que le entran algunos por la parte del este, pues cuando llega al Xaurú ya viene caudaloso. La boca del Xaurú está en 16 grados 25 minutos de latitud austral: y en 320 grados y 10 minutos de longitud, contada desde la isla del Fierro hácia el oriente. Viene dicho rio de la parte occidental, y es navegable con canoas por algunas leguas. Mas abajo del Xaurú se divide el Paraguay en dos brazos caudalosos. El mayor corre con su canal estrecha, pero muy profunda, por medio de los Xarayes: y por esta navegamos con nuestras embarcaciones sin embarazo alguno. El otro brazo corre por algunas leguas por la parte occidental de los Xarayes. Y en este, antes de volver á juntarse con el primero, acaso entrará el rio Guabis, que corre desde los pueblos de los Chiquitos hácia el oriente, á no ser que el Guabis entre en un recodo de la laguna del Caracará, que se comunica con el rio Paraguay casi en la parte inferior de los Xarayes.
Mas abajo de los Xarayes entra por la parte oriental en el Paraguay el rio de los Porrudos, en la altura de 17 grados y 52 minutos. Este rio es bien caudaloso, y en él entra el de Cuyabá, como se dirá en otra parte. Otro brazo de este mismo rio entra mas abajo, y le dan los Portugueses el nombre de Canal de Chiané, y por él suben con sus canoas los Paulistas que navegan á Cuyabá.
El rio Tacuarí, que trae tambien su corriente de la parte oriental, entra en el Paraguay por tres bocas, todas navegables. La mas septentrional, por donde bajan los Paulistas, está en 19 grados. En la misma parte del oriente entra con mucha corriente el rio Mboteteí, en 19 grados y 20 minutos. En la márgen austral del Mboteteí estuvo antiguamente una poblacion de espa?oles, que se llamaba Xerez, la cual se desamparó por las persecuciones que padecian de los Paulistas. Estaba esta poblacion á treinta leguas de distancia del rio Paraguay, á la falda de la gran cordillera que se estiende norte-sur entre los rios Paraná y Paraguay. En las grandes crecientes bajan por el Mboteteí muchas tacuaras, ó ca?as muy gruesas, arrancadas de sus márgenes, de las cuales se quedan muchas en las márgenes del rio Paraguay. Y es bien reparable, que en todo el márgen de este rio, desde el Mboteteí arriba, no se ve una tacuara.
Desde el Mboteteí, bajando por el rio Paraguay, se
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